No exite una placa de identificación personal que sea estandarizada al 100%. Un ejemplo de ello es la que esta nos ocupa. Es una placa de solapa más larga que ancha fabricada en plata con las esquinas redondeadas y logo y ventana impresa.
Este es un identificador distinto a los habituales, más estrecho y con imperdible de sujeción. También se puede usar el imán como la sujeción del identificador pero en este caso, para los empleados en tienda que tienen mucho movimiento se utiliza un agarre a prueba de golpes.
Una de las cosas que tienes los identificadores personalizables es que pueden tener un diseño total. La palabra «personalizable» no se refiere solo al logotipo y al nombre que se le puede poner, también hace referencia al tamaño y del identificador y a su forma. En el caso de nuestras placas estandar se puede solicitar un tamaño exacto, no estamos limitados a un tamaño determinado sino que puede hacerse no solo más ancho y largo sino también con formas distintas.
Hay veces que las innovaciones más originales no son las más trasgresoras. Una simple forma cuadrada hace un identificador distinto a los habituales.
Las chapas identificativas como estas son realizadas en doble capa. Es decir, aunque el frontal hace parecer metal la parte trasera es negra. Ello nos permite hacer un identificador grabado en negro. En este caso la placa de solapa tiene un cuadrado blanco para poner el nombre pero podría quitarse ese cuadrado y escribir mediante grabación en láser un nombre o incluso un dibujo.
Otros ejemplos: https://labelcolor.com/identificadores/identificadores-standard