Rotulación de cristales con vinilo ahumado para conseguir intimidad es esencial en el caso de oficinas que están a pie de calle.
Muchas veces trabajamos al lado de un cristal y aunque ello nos da mayor luminosidad y mayor sensación de espacio también nos quita intimidad. Es el caso de esta oficina que está a pie de calle en las Rozas. Trabajar mientras la gente que va por la calle te ve siempre da cierta vergüenza. El vinilo ácido es perfecto para este tipo de situaciones porque nos quita visibilidad pero no luminosidad.
En el caso de que no queramos tener esa sensación de hermetismo de tapar toda una ventana o tener echadas las persianas contínuamente este tipo de vinilos nos da esa sensación de espacio y si encima sólo rotulamos hasta la mitad de la ventana mejor.
El vinilo ácido se puede cortar con todo tipo de formas y letras. Es un vinilo que se hace a medida a un coste barato y fácil de poner en el caso de que uno sea un poco mañoso. A veces una rallas nos dan intimidad, o unos dibujos pero en otras ocasiones cortarlo liso es la mejor opción cuando se desea mayor intimidad. Desde fuera sólo se verán formas difusas a no ser se peguen mucho al vinilo. Y por la noche, cuando se encienden las luces de la oficina sigue habiendo intimidad y esa luz tan agradable que entra por fuera durante el día sale de la oficina durante la noche.
Nosotros recomendamos encarecidamente el vinilo ácido porque además de ser económico y de no quitar luz es muy fácil de poner y quitar.